Praia do Barril (Algarve - Portugal)

En el Algarve portugués existen tranquilas playas, de arenas limpias y doradas y de aguas cristalinas, que no sufren la invasión turística que se encuentra en otros lugares como Portimao y Albufeira.

La Praia do Barril forma parte de la Ilha de Tavira, una larga línea de arena que se extiende a lo largo de muchos kilómetros desde Tavira hasta Olhao, que goza de la protección ecológica que ampara el  Parque Natural de Ría Formosa. Esta clasificación de espacio natural y protegido le ha salvado de padecer el desarrollo salvaje urbanístico-turístico que ha sufrido la zona central del Algarve.




Al ser espacio natural protegido, no hay carreteras que conduzcan directamente hasta la Praia do Barril. En todo caso, es la playa o parte más accesible de toda Isla Formosa, a través de un trenecito que permite vivir una experiencia cuando menos original.

trenecito a la Praia do Barril desde Pedras d'el Rei


Para acercarnos a la zona con nuestro vehículo, debemos hacerlo a través del pueblo de Pedras d'el Rei y al final de la cuesta abajo que cruza una extensa urbanización encontraremos el lugar adecuado para aparcar, que debe escogerse en función a lo que deseamos gastar, o sea podemos seguir hacia la izquierda por la carretera que va pegada a la ría camino de Santa Luzia y rezar para ver si encontramos un hueco donde dejarlo, que a partir de cierta hora es como tocar la lotería. Incluso podemos tener suerte y estacionar, pero debemos volver caminando por medio de los coches hasta la entrada a la Praia do Barril. La otra opción más sensata es entrar a la derecha en el enorme aparcamiento de pago que existe que, por un módico precio (he leído que 4 euros, pero a mí me cobraron 1) se puede dejar estacionado el coche todo el día sin andar buscando problemas ni conflictos por un hueco libre. 


Pedras d'el Rei vista desde la pasarela

Partiendo de que hemos dejado el coche en este parking de pago, veremos muy cerca una pasarela, primero de cemento y luego metálica, por la que debemos pasar para cruzar las marismas sobre la ría y llegar al apeadero, donde se toma el trenecito que conduce a la playa.

 camino de acceso asfaltado desde el parking hasta la pasarela metálica

 pasarela metálica que hemos de cruzar sobre la ría

debemos conocer si padecemos fobia a cruzar este tipo de superficies sin nada debajo

Al acabar el puente sobre la ría y llegar al apeadero, no estamos obligados a coger este trenecito para ir a la playa, ya que existe un camino que va paralelo a las vías. Para familias que estén alojadas una temporada en las viviendas vacacionales de Pedras d'el Rei y vayan a diario a la playa, el hecho de ir caminando puede representar un ahorro económico importante en sus vacaciones.

 fin de la pasarela y llegada al andén

Esta línea férrea, de 1200 metros de longitud, fue construida para comunicar las antiguas industrias pesqueras que existían en la Praia do Barril con Pedras d'el Rei, a donde se llevaban los productos pescados y envasados

 sorprendente mostrador de venta de billetes y "torno" de acceso

En el apeadero hay una especie de mostrador de madera donde se sacan los billetes y luego hay que esperar el trenecito, que cada pocos minutos llega al andén. Existen dos trenes, que se cruzan a mitad de camino en una isleta creada al efecto. El trayecto dura unos 8 minutos.

 zona intermedia donde se cruzan los dos trenes, los niños se lo pasan en grande

 en el estrecho sendero existen bancos para descansar

La vía tiene un ancho de 60 cm tipo Decauville (sistema de vía desmontable y transportable inventado por Paul Decauville en el siglo XIX, muy utilizado en las industrias rurales mexicanas). El regreso lo hace marcha atrás.

El horario es de 8,30 a 22,00 horas en verano. Funciona también en invierno de 9 a 17 horas. El precio es de 3 euros el billete de ida y vuelta, aunque se puede coger el de un solo sentido.

el sendero habilitado no alcanza para convivencia de peatones y bicicletas

Si optamos por realizar el trayecto caminando, lo haremos por un sendero (demasiado estrecho a mi parecer) que, al cruzar un espacio natural protegido, incluye unos paneles informativos, con lugares para sentarse, pudiendo observar detenidamente la flora y fauna del parque. Si vamos con hamacas, toallas, sombrilla, bolsa nevera y ganas de playa, indudablemente no optaremos por esta caminata tan instructiva. En el regreso aún peor por lo que he podido ver, y es que un día de playa cansa el cuerpo.

existen paneles informativos sobre el entorno que casi nadie lee

En Praia do Barril existió una aldea de unas 80 familias que se dedicaban a la actividad pesquera del atún, habitando la isla en época de pesca, de abril hasta septiembre.

En la década de los años 60 del pasado siglo comenzó a disminuir la actividad de la pesca del atún y  estas familias fueron abandonando sus casas.

Actualmente, parte de estas viviendas se encuentran restauradas y se están utilizando como tiendas, restaurantes y museo. El trenecito que transportaba pescado cumple ahora una función turística divertida y bastante útil.

casas que fueron de las familias atuneras en otros tiempos

Al final del trayecto y al bajar del tren, tenemos que caminar unos metros por una pasarela de madera hasta la playa, y de paso vamos viendo las instalaciones turísticas que se han creado a partir de las antiguas casas de pescadores rehabilitadas.


En una de ellas podemos visitar el Museo del atún, donde hay fotografías antiguas de esta actividad y una maqueta de una almadraba.

por supuesto, existe el inevitable negocio de hostelería con plato del día, lleno a rebosar

Al llegar a la altura de la arena, a la izquierda llama la atención el denominado Cementerio de las Anclas, que son muchísimas anclas (algunos dicen que centenares pero me parece exagerado) que se encuentran encalladas desde los años 60 en las arenas de las dunas, paralelas a la playa y dispuestas en filas. Estas anclas eran las que se utilizaban para sujetar las redes, en forma de laberintos en medio del océano, para atrapar los atunes de aleta azul.

el menda que escribe, para que nadie piense que me dedico a cortar y pegar publicaciones 

precioso cementerio de anclas con una muy sensata prohibición de pisarlo 

cementerio de anclas y las antiguas casas de los pescadores de atún 


Esta playa tiene bandera azul desde 1987 y está adaptada a personas de movilidad reducida. Cuenta con servicio de socorristas y duchas.

gente de vuelta de un cansado día de playa a coger el tren, o volver caminando tal vez 

para la cantidad de personas que circulan con trastos, las pasarelas no son generosas

en la imagen, feliz ejemplo de una persona inválida que puede disfrutar de la playa

A la izquierda de la entrada, una amplia superficie de la playa está ocupada por el negocio de toldos y tumbonas, y pude apreciar que, casualmente, esta zona es la que goza de superior calidad de arena, fina y dorada. A la derecha ya es zona libre pero me pareció que la arena es claramente de peor calidad. Un letrero nos deja claro dónde debemos ubicarnos, no vayamos a poner la sombrilla de Coca-Cola delante de los toldos.

una división algo clasista entre playas de pago y gratuita, ésta si quieres poner sombrilla


Lo reproduzco más ampliado para verlo mejor, las sombrillas del bazar chino se ponen a la derecha, la otra zona es "concessionada" y vigilada por socorristas, estamos a 35 km de la frontera con España y lleno de españoles, pero nuestro idioma no aparece en sus letreros.

sería el sol en que me dio en la cabeza, pero encontré mejor arena y más limpia en la zona vip

en la zona "de pobres" la arena no es tan blanca y limpia

 existe servicio de socorrismo un poco "torcido" hacia la zona "concessionada"

 la zona vip es guapa, con vistas al mar, prohibido sentarse delante con la bolsa nevera

mira por dónde me gustó mucho más esta inteligente solución que la del toldo de pago

Si caminamos un kilómetro y medio, encontraremos una zona habilitada para quitarse la ropa y andar con todo al aire por la playa. Buena falta hará quedarse sin nada después de hacernos caminar esa distancia bajo un sol abrasador.

 si el bañador nos produce roce y calor podemos quitarlo a un kilómetro y medio

Desde Tavira hasta Pedras d'el Rei hay 5 kilómetros. A mitad de camino encontramos el precioso pueblo de Santa Luzia, ahora demasiado explotado por el turismo vacacional de larga estancia y bares de fritanga. Así todo es muy bonito y si se sabe preguntar se puede comer muy bien.

Existe desde Tavira un servicio de autobuses algo irregular, que además no funciona los fines de semana. Aquí el taxi es muy barato, o eso dicen (por si acaso es mejor preguntar antes).

Desde Tavira se puede llegar en bicicleta siguiendo un sendero conocido como Ecovia do Litoral, un carril bici que se pretende extender a todo el Algarve.


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