Saint-Jean-Pie-de-Port (Francia) última etapa del camino francés de Santiago
Esta preciosa localidad francesa, que cuenta con unos 1.500 habitantes, se halla situada en los Pirineos Atlánticos, muy cercana a la frontera española, en el denominado territorio del País Vasco-Francés. Fue desde el año 1512 la capital del territorio llamado Baja Navarra, tras la separación del antiguo reino de Navarra. Su nombre en euskera es Donibane Garazi.
Al ser una de las ciudades más famosas por las que discurre el Camino francés de Santiago, se encuentra llena de visitantes a lo largo de todo el año, lo que la convierte en una localidad muy animada y atractiva para dedicarle unas cuantas horas de visita.
Es una villa que enamora al visitante por la vida tan activa que tiene y por su hermoso y bien conservado conjunto urbanístico, rodeada por sus antiguas murallas de gres color rosa y parte de su camino de ronda, y por sus preciosas calles con antiguas casas de estilo vasco navarro, muchas de ellas con pintorescas fachadas que cuelgan sobre el río Nive, que la atraviesa, así como por sus puertas medievales, puente romano y por su imponente iglesia.
Historia
Ubicada en una antigua vía romana, esta villa fue fundada en el siglo XII al pie del castillo de Mendiguren, alrededor del cual fue creciendo como ciudad fortificada.
El rey Felipe III de Navarra le concedió fueros en 1329.
Perteneciente al reino de Navarra, fue ocupada en el año 1512 por los ejércitos del rey Fernando el Católico, que incorpora este territorio al reino español. Debido al elevado coste que suponía mantener este conflictivo territorio denominado como Baja Navarra, el rey Carlos I lo abandona en el año 1529.
Esta zona sufrió especialmente las guerras de religión del siglo XVI.
En el año 1620 el rey francés Luis XIII une este territorio a la corona de Francia.
Durante el gobierno de Richelieu se construye la Ciudadela (Citadelle), para defenderla de probables ataques españoles desde el sur.
Citadelle
Cuando estalla la revolución de 1789, los representantes de la Baja Navarra rechazan adherirse a ella, ya que seguían considerando que la Baja Navarra era un reino y no una provincia francesa. Este estatus no duró un año, ya que en 1790 la nueva división administrativa francesa reúne en el mismo departamento a Bearn y la Baja Navarra.
El Camino de Santiago, como parte de la vida de Saint-Jean
Ya desde la Edad Media, San Juan constituye para muchos peregrinos el punto de comienzo del Camino de Santiago, que desde aquí pasaría a tener 781 kilómetros hasta su destino en Compostela. Se trata del último pueblo francés importante que existe antes de entrar en España por el denominado Camino Francés. Para otros es solamente una etapa más del largo camino que vienen haciendo desde muchos kilómetros antes a través de Francia.
Para hacer el Camino solamente por territorio español, muchos prefieren tomar como punto de inicio el pueblo de Roncesvalles, que se encuentra al otro lado de la frontera, y de esta manera evitar el brutal desnivel de 1200 metros que tienen que salvar en una sola jornada, cuando parten desde Saint Jean.
Poco antes de Saint-Jean-Pie-de-Port, se juntan las principales vías santiagueñas que proceden de toda Europa, excepto la que penetra por Somport.
En Saint-Jean puede obtenerse credencial en el Refugio de los Amigos del Camino de Santiago de Aquitania, que encontraremos abierto a lo largo de todo el año en el número 55 de la Rue de la Citadelle.
Para ir al siguiente punto –Roncesvalles- existen dos caminos. Uno es el Camino de Napoleón y el otro el Camino de Valcarlos. De noviembre a marzo no se permite utilizar el primero de ellos, por ofrecer riesgos. Incluso con niebla es poco recomendable en cualquier época del año, ya que suelen ocurrir muchos accidentes y pérdidas.
Así todo, la etapa que discurre de Saint-Jean a Roncesvalles a través de este camino es la más espectacular, ya que arranca de los 180 metros de altitud del pueblo hasta alcanzar los 1430 metros, discurriendo por durísimas rampas a través de los puertos de Cize. Debe su nombre al haber sido la ruta utilizada por las tropas de Napoleón para invadir España. Atraviesa lugares de impresionante belleza.
En invierno o con climatología adversa es mejor utilizar el camino de Valcarlos, ya que discurre a menor altitud y va por camino asfaltado hasta llegar a Roncesvalles.
La visita a Saint-Jean
Para describir la visita a Saint-Jean-Pie-de-Port, tal vez debamos hacerlo desde dos puntos de vista diferentes.
Por un lado, como antes dije, esta localidad es punto de llegada para muchos peregrinos que realizan el Camino francés de Santiago, que la utilizan como fin de etapa y lugar de descanso antes de acometer la durísima travesía del día siguiente hacia Roncesvalles. Ello ha propiciado una lucrativa actividad para muchos de sus habitantes, reconvertidos en hosteleros, como veremos luego.
Por otra parte, a este pueblo llega otro tipo de visitante muy diferente, con intereses tal vez menos religiosos, que pernoctan una o dos noches para dedicarle tiempo a la visita, comprar recuerdos en las tiendas y comer en sus restaurantes, o bien hacen ésta en un par de horas y luego marchan.
Ello conlleva, igualmente, la existencia de dos diferentes tipos de alojamiento: desde hoteles de lujo (en cuando al precio sí que lo parecen), a multitud de albergues baratos así como a viviendas de particulares que alquilan camas con derecho a una ducha rápida.
La llegada de los peregrinos
Los peregrinos suelen llegar, en su mayor parte, desde el vecino pueblo de Saint-Jean-le-Vieux. Los turistas que acudimos en coche con otro propósito, solemos hacerlo desde esa misma procedencia si venimos de otro lugar del interior de Francia, o bien desde España a través de Roncesvalles por la carretera D933, desde la frontera de Irún por la carretera D918, o por cualquier otro sitio más de los distintos puntos de acceso que tiene el pueblo.
En primer lugar, debemos saber que la ciudad, tal como la conocemos hoy en día, se ha extendido fuera del antiguo recinto amurallado, siendo muchas las calles que pueden ser visitadas por ser igualmente atractivas, por haber sabido conservar en sus nuevas edificaciones el estilo arquitectónico de la zona y por ser las habituales del comercio y la hostelería. La antigua vía principal es la Rue de la Citadelle, que discurre dentro de las antiguas murallas y es una pronunciada cuesta en la que se ubican en general los establecimientos dedicados a los peregrinos, que también ceden a la tentación de las compras.
En primer lugar, debemos saber que la ciudad, tal como la conocemos hoy en día, se ha extendido fuera del antiguo recinto amurallado, siendo muchas las calles que pueden ser visitadas por ser igualmente atractivas, por haber sabido conservar en sus nuevas edificaciones el estilo arquitectónico de la zona y por ser las habituales del comercio y la hostelería. La antigua vía principal es la Rue de la Citadelle, que discurre dentro de las antiguas murallas y es una pronunciada cuesta en la que se ubican en general los establecimientos dedicados a los peregrinos, que también ceden a la tentación de las compras.
Éstos, cuando llegan caminando desde el anterior pueblo francés de Saint-Jean-le-Vieux, hacen su entrada cruzando la puerta de Santiago (Porte Saint-Jacques). Su nombre ya nos indica claramente que se trata del paso histórico de muchos siglos, que una vez traspasado nos introduce en la animada Rue de la Citadelle.
Porte Saint-Jacques
entrada a la Rue de la Citadelle
Esta puerta fue declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco en 1998.
Al traspasarla, veremos a la derecha una indicación junto a una puerta de madera que nos invita a visitar el antiguo camino de ronda, muy interesante de ver, pero los peregrinos que están llegando tienen otras urgencias como buscar alojamiento y tomar una ducha; tal vez luego les queden aun fuerzas para recorrer las murallas.
La Citadelle
Al pasar la Porte de Saint-Jacques entramos de lleno en lo que era la antigua ciudad amurallada y su calle principal, la Rue de Citadelle. A los pocos metros veremos por encima de la puerta, sobre una colina que hay a la izquierda, la fortificación de la Ciudadela, comenzada a construir en 1625 y posteriormente reformada en el siglo XVII siguiendo el modelo Vauban, en el lugar donde se encontraba el antiguo castillo de los reyes de Navarra (castillo de Mendiguren), que fue arrasado por los españoles. Un letrero nos indica la subida empedrada que conduce a la Citadelle.
a la derecha subida a la Citadelle
Al cansado peregrino que llega a la ciudad, de momento le importa poco el castillo, ya que su primera necesidad es la tramitación de las credenciales del recorrido y la búsqueda de alojamiento.
El turista que llega aquí con la idea de subir a verlo, se encuentra con una empinada cuesta que conduce hasta él, donde la visita se reduce a rodear sus murallas y volver a bajar de nuevo a este punto de comienzo.
La visita puede hacerse siguiendo el exterior de las altas murallas y poco más. En 1920 perdió su función militar y ahora se ubican en ella las instalaciones de un colegio público.
Un camino conduce hasta la Porte du Roy y al traspasarla accedemos a un mirador con bonitas vistas sobre el pueblo y todo el entorno.
Al castillo se puede llegar en coche y aparcarlo delante mismo. Los que lo hemos hecho a pie y siguiendo el hilo de este relato, vamos a efectuar el regreso por la misma cuesta por la que hemos subido, y de esta manera nos reincorporamos a la Rue de la Citadelle, de nuevo a la altura de la Porte Saint-Jacques.
A los pocos metros vemos ya comenzamos a ver a ambos lados de la calle la abundante oferta de alojamiento a los peregrinos.
A los pocos metros vemos ya comenzamos a ver a ambos lados de la calle la abundante oferta de alojamiento a los peregrinos.
Tras un corto tramo en llano, la Rue de la Citadelle toma un fuerte descenso en medio de edificios de ladrillo rojo que siguen el modelo de arquitectura vasca, construidos con material procedente del monte Arradoy.
Justo desde donde arranca la pendiente hacia abajo, en el número 50 se ubica Gite d’Etape Azkorria, otro precioso edificio dedicado a dar alojamiento a los peregrinos.
A la derecha, en el número 41 y haciendo esquina, se encuentra el edificio en piedra de la Cárcel de los Obispos, que sirvió de alojamiento a obispos dependientes de Avignon durante la época del Cisma de Occidente. Hizo también la función de prisión a finales del siglo XVIII. Se puede visitar para ver las celdas y una exposición sobre el Camino de Santiago en la Edad Media. Puede ser perfectamente prescindible si no hay tiempo ni ganas.
Enfrente de la Cárcel de los Obispos encontramos un pequeño bar donde podemos tomar un refrigerio, si es que hay sitio en la diminuta mesa que tiene en su puerta. Un poco más abajo se ubica el edificio donde hacen cola los peregrinos para sellar sus credenciales.
Según bajamos la pendiente, iremos viendo continuamente casas de particulares que se dedican al fructífero negocio de alquilar “chambres pour pelerins”.
Algunas, como la que hay en el número 36, escenifican de forma excesiva su oferta, montando un escenario que roza el nivel de parque temático-religioso, que incluso por la noche toma tintes un tanto terroríficos.
Este tipo de negocio se desarrolla de forma fructífera en el número 32, donde se ubica la casa Arcanzola, levantada en 1510 y en la que nació el beato Juan de Mayorga mártir, ahora convertida en inmenso bazar de venta de productos de todo tipo dedicados a los peregrinos y, como no, a los turistas: calzado, capas de agua, sombreros, bastones, ropa para el frío, gafas, libros, imanes y, por supuesto, ungüentos reparadores para los pies.
Enfrente a la Casa Arcanzola tenemos la tienda artesana “fabrique de macarons”. En ella se pueden adquirir los famosos macarons, de los que ignoro la calidad y el precio, pero siempre vi vacía.
Un poco más debajo de esta tienda, encontramos el bar Txitxipapa en un edificio en el que consta la fecha de 1720 en el dintel de la puerta, junto al nombre de los moradores de entonces.
Un poco más debajo de esta tienda, encontramos el bar Txitxipapa en un edificio en el que consta la fecha de 1720 en el dintel de la puerta, junto al nombre de los moradores de entonces.
A continuación pasamos por delante de una tienda de juguetes artesanos que hace esquina abriéndose a la derecha la Rue de France, que sirve de enlace a la Place du Trinquet después de atravesar la muralla por una puerta medieval, la Puerta de Francia.
De momento no tomamos esta calle, ya que estamos siguiendo el itinerario peregrino y no el turístico, y por ello seguimos en nuestra bajada (sigue bajando y mucho) por la Rue du Citadelle, pasando por delante de numerosos negocios de alquiler de habitaciones y algún pequeño restaurante y tiendas que venden botellas de agua fría, que por aquí es algo muy demandado. Fuente pública sólo la he visto a la altura de la iglesia. En la mayoría de los casos, estos negocios conservan el nombre vasco.
Las viviendas de la mano derecha de la Rue de la Citallelle dan a unas huertas traseras con vistas a la muralla y el camino de ronda, que pueden ser utilizadas en todo tipo de funciones: para tender la ropa, para esparcimiento de los visitantes, para improvisar mesas con cenas, e incluso para colocar pequeñas piscinas y de esta manera anunciar que el alojamiento posee piscina.
Al llegar al final de la descendente calle entramos en territorio llano. A la izquierda se yergue la iglesia de Notre-Dame du Bout du Pont, actualmente Iglesia de la Asunción.
El peregrino que haya llegado a visitar la iglesia o a dar un paseo por las calles cercanas y tenga el hospedaje en lo alto de la Rue de la Citadelle, se va a encontrar al regreso con una buena cuesta que puede servir de entrenamiento para lo que le espera al día siguiente, si es que mantiene el propósito de subir a pie a Roncesvalles.
La figura de San Juan Bautista nos da la bienvenida en lo alto de la torre.
Eglise de l’Assomption-de-la-Vierge
El peregrino que haya llegado a visitar la iglesia o a dar un paseo por las calles cercanas y tenga el hospedaje en lo alto de la Rue de la Citadelle, se va a encontrar al regreso con una buena cuesta que puede servir de entrenamiento para lo que le espera al día siguiente, si es que mantiene el propósito de subir a pie a Roncesvalles.
La figura de San Juan Bautista nos da la bienvenida en lo alto de la torre.
Eglise de l’Assomption-de-la-Vierge
Esta iglesia dedicada a Notre-Dame-de-l'Assomption se encuentra paralela al río Nive de Béhérobie. Es visitada por casi todos los peregrinos que pasan por la ciudad.
Es un edificio gótico construido en época del rey navarro Sancho el Fuerte, en recuerdo y ofrenda por la victoria lograda sobre las huestes musulmanas en la batalla de las Navas de Tolosa en el año 1212. Es el edificio gótico más importante del País Vasco Francés después de la catedral de Bayona. Catalogada como Monumento Histórico el 19 de mayo de 1925.
Esta iglesia también se llamaba Nuestra Señora del Fin del Puente, en referencia al puente Notre-Dame ubicado al pie del campanario.
En los siglos XVIII y XIX se añadieron nuevas galerías para aumentar su capacidad, que inicialmente estuvieron dedicadas a los hombres, quedando la nave para las mujeres y los niños.
De su primitiva construcción se conserva la impresionante puerta de entrada y el sótano gótico del edificio, del lado de Nive.
El interior, poco luminoso, es un conjunto de paredes, pilares y columnas de arenisca rosa. Dos pasillos rodean una gran nave. En el coro se ubican Saint-Jean-Baptiste, el santo patrón de la ciudad, y la Virgen María, la santa patrona de la iglesia. No tiene retablo pero sí un coro gótico iluminado por las vidrieras.
La iglesia está integrada en las murallas de la ciudad, en extensión a un antiguo hospital de Sainte-Marie, que se ubicaba en una casa contigua al campanario. El hospital y la iglesia eran lo mismo. Su vocación era tanto acoger a los peregrinos como a los pobres.
La Porte de Nôtre-Dame, que sostiene el campanario, es la puerta sur de la ciudad de Saint-Jean-Pied-de-Port, hacia España.
rue de la Citadelle desde el otro lado de la puerta
En lo alto de esta torre sobre la puerta, hacia la Rue de la Citadelle podemos ver la figura de San Juan; por la otra, hacia la Rue de Espagne y el río Nive, veremos la de la Virgen sosteniendo a un niño. Esta imagen es una réplica de la original, que fue robada en períodos de guerras.
Rue de l'Église y Porte de Navarre
Situados delante de la puerta de la iglesia de la Asunción, cabe la alternativa de apartarnos del camino santiagueño y seguir de frente la Rue de l’Eglise.Es una corta calle que nos lleva hasta la Puerta de Navarra, que es otra de las puertas abiertas en la propia muralla medieval levantada en el siglo XV al XVIII.
Antes de cruzar esta puerta podemos subir por unas escaleras al Camino de Ronda, que podemos recorrer para ver sus almenas y garitas hasta llegar de nuevo a la alta Porte de Saint-Jacques.
Si atravesamos la Puerta de Navarra salimos del primitivo recinto medieval amurallado y accederemos a la Place Charles de Gaulle, ya en exteriores, que es donde desde muy antiguo se celebra el mercado y se ubican hoteles, tiendas y restaurantes.
Para retomar el relato del camino santiagueño que veníamos recorriendo, nos situaremos de nuevo en el puente sobre el río Nive, delante de la Porte de Notre-Dame.
Siguiendo el itinerario peregrino, al pasar por delante de la iglesia llegamos a la ya citada Porte de Notre-Dame, que da acceso al Vieux Pont, antiguo puente romano que pasa sobre el río Nive y que da origen a cientos de fotografías cada día por parte de los visitantes.
puente sobre el río Nive y Rue de Espagne
Esta puerta es la mejor conservada de todas las que quedan en la ciudad. Da acceso al antiguamente llamado “Barrio de España”, y a la que sería la nueva ciudad desarrollada a partir del siglo XVII, que se llenaría de comercios de artesanos, llegando a contar hasta 63 maestros artesanos y 36 obreros, tal como nos indica el cartel colocado en el paso de la puerta, que reproduzco arriba.
Según este cartel informativo, en el siglo XIV se unían ambas partes de la ciudad por un puente levadizo de madera. Parece que en el siglo XI no existía puente, sino un paso controlado por recaudadores que se aprovechaban miserablemente de los transeúntes, como ya habíamos dicho que sucedía en la Puerta de Santiago.
El actual puente de piedra fue construido en 1720.
En principio, son dignas de admirar las extraordinarias vistas que tenemos desde el puente, con las fachadas de las casas colgando a ambos lados del río Nive. Este es uno de los puntos favoritos donde los visitantes escogen para hacerse multitud de fotografías.

Rue de Espagne
Desde el puente sobre el río Nive arranca la Rue de Espagne. Es una de las calles más concurridas por los turistas poco interesados o comprometidos con el Camino de Santiago, ya que en ella se concentran los comercios de todo tipo. Es la calle donde se reunían los Estados de Navarra en el siglo XVII.
Esta zona no estaba fortificada en la Edad Media y era donde vivían los artesanos. De ello dan fe los nombres de los oficios que podemos ver en algunos de los dinteles de sus casas.
En el número 9 existe una inscripción que menciona el elevado precio que alcanzó el trigo en el revolucionario año de 1789.
Antes de comenzar la empinada cuesta, se abre a la derecha la Rue d'Uhart, que comunica con la Place Foquet. Es una calle llana donde hay antiguos comercios de tejidos y una terraza muy elegante donde tomar un café.
A partir de aquí, la calle se torna ascendente hasta la última puerta, llamada la Porte de Espagne.
A partir de aquí, la calle se torna ascendente hasta la última puerta, llamada la Porte de Espagne.
Se conservan antiguas inscripciones de tipo religioso que servían para invocar la protección divina para la vivienda y sus moradores.
La Porte de Espagne también estaba abierta en una fortificación realizada en 1840. Tras pasar por esta puerta, los peregrinos comienzan su ascenso hacia Roncesvalles. Por razones evidentes, suelen hacerlo a hora muy temprana.
Desde esta puerta, a orillas del río Nive, podemos llegar a la plaza de Eyheraberry, nombre que en euskera significa molino nuevo, donde hay un teatro al aire libre en el que en época de la revolución francesa se organizaban eventos patrióticos. Me imagino que sería también el lugar escogido para las ejecuciones, muy habituales en esa época, pero este comentario es aportación mía.
Desde esta puerta, a orillas del río Nive, podemos llegar a la plaza de Eyheraberry, nombre que en euskera significa molino nuevo, donde hay un teatro al aire libre en el que en época de la revolución francesa se organizaban eventos patrióticos. Me imagino que sería también el lugar escogido para las ejecuciones, muy habituales en esa época, pero este comentario es aportación mía.
A la izquierda de la Rue d’Espagne se halla el frontón municipal donde se juegan partidos de pelota vasca todos los lunes del año.
Visita de la parte exterior del recinto medieval
Paralela a la Rue de la Citadelle, discurre otra importante calle, realmente es la carretera nacional D933, alrededor de la cual se ha desarrollado gran parte de la población. El tramo más céntrico, o el que se podría considerar como el habitualmente visitado por el turista, comienza en la rotonda de la Place Foquet, sigue por el puente que cruza sobre el río Nive, llega a la importante Place Charles de Gaulle o plaza del Mercado y luego sube cuesta arriba por la denominada Place du Trinquet hasta donde acaba la zona más animada junto a la parte alta de las murallas, ya que la ciudad tiene muchas más calles y extensión.
Realmente es otro mundo diferente. No es que los peregrinos eviten esta calle, porque alguno "se pierde" en ella, pero el cambio es evidente. La Rue de la Citadelle, totalmente peatonal excepto para los residentes, tiene el ambiente característico que le otorgan los peregrinos, gente que llega cansada con botas y mochila (o en bicicleta) en busca de los albergues de habitaciones compartidas, en la calle circula un peculiar olor a "guiso de peregrino", es decir aroma a pote contundente y en plan barato, porque la gente llega con hambre y devora todo lo que se le ponga sin muchos miramientos. Es característico en esta calle el ver cómo muchos peregrinos, una vez aposentados, se duchan (o no) y salen a recorrer la ciudad en chanclas de playa para relajar los pies de las horas de tortura de las botas.
He recorrido la Rue de la Citadelle en noche de verano y pude vivir un agradable e improvisado ambiente de tertulia con el cantar de los grillos de fondo, noches en las que se reúnen peregrinos de diferentes países e idiomas y se cuentan cosas. A través de las ventanas de los albergues se pueden ver a muchos de ellos echados en los sofás o en hamacas de cuerda, en las literas llamando por el teléfono a sus amigos y familia (invento reciente, como ya sabemos), o sentados en la acera al fresco de la noche.
Pero, como antes decía, la calle que discurre paralela, en el exterior de las murallas, ya tiene una oferta hotelera de otro nivel, incluso a precios excesivos. Aquí todo funciona de otra manera, es el lugar más frecuentado por los turistas que llegan en vehículo, para dejar éste es necesario encontrar un sitio y ello se hace notar, es difícil encontrar aparcamiento. Al ser una carretera nacional el tráfico rodado se percibe demasiado y llega ser molesto.
Se pueden ver peregrinos recorriendo esta calle, se les nota enseguida, porque se mezclan con gente vestida "de otra forma", es decir, turistas de camisa guapa, mocasines y pantalón de lino, por decirlo de alguna manera pintoresca, que salen a recorrer la localidad y a alternar en los restaurantes. Aquí, en muchos casos, no se cena el cocido del peregrino, sino viandas mucho más caras y exquisitas.

También me he fijado que este tipo de turismo "diferente" no suele recorrer la Rue de la Citadelle, tal vez se deba a lo pendiente que es la calle o simplemente porque no les interesa ese entorno o desconocen el extraordinario valor histórico de ella.
En la Place Foquet ya se encuentran muchos restaurantes, terrazas y tiendas.
A pocos metros de esta plaza nos situamos en el puente sobre el río Nive desde el que se obtienen preciosas vistas a ambos lados de la ciudad. A un lado veremos el puente de la Porte de Nôtre-Dame, y los hermosos edificios que tenemos a ambos lados. Al otro, el paisaje se pierde en la lejanía, pudiendo ver la hermosa torre de la iglesia de la vecina localidad de Uhart-Cicé.
En la Place Charles de Gaulle se ubican hoteles de lujo y el ayuntamiento.
El ayuntamiento se aloja desde el año 1935 en la preciosa Casa Mansart. Esta casa, del siglo XVIII, debe su nombre a las “mansardes” o bohardillas que coronan su tejado. Fue edificada por David de Fourré, un rico comerciante de la lana.
Pero, como antes decía, la calle que discurre paralela, en el exterior de las murallas, ya tiene una oferta hotelera de otro nivel, incluso a precios excesivos. Aquí todo funciona de otra manera, es el lugar más frecuentado por los turistas que llegan en vehículo, para dejar éste es necesario encontrar un sitio y ello se hace notar, es difícil encontrar aparcamiento. Al ser una carretera nacional el tráfico rodado se percibe demasiado y llega ser molesto.
Se pueden ver peregrinos recorriendo esta calle, se les nota enseguida, porque se mezclan con gente vestida "de otra forma", es decir, turistas de camisa guapa, mocasines y pantalón de lino, por decirlo de alguna manera pintoresca, que salen a recorrer la localidad y a alternar en los restaurantes. Aquí, en muchos casos, no se cena el cocido del peregrino, sino viandas mucho más caras y exquisitas.

En la Place Foquet ya se encuentran muchos restaurantes, terrazas y tiendas.
A pocos metros de esta plaza nos situamos en el puente sobre el río Nive desde el que se obtienen preciosas vistas a ambos lados de la ciudad. A un lado veremos el puente de la Porte de Nôtre-Dame, y los hermosos edificios que tenemos a ambos lados. Al otro, el paisaje se pierde en la lejanía, pudiendo ver la hermosa torre de la iglesia de la vecina localidad de Uhart-Cicé.
En la Place Charles de Gaulle se ubican hoteles de lujo y el ayuntamiento.
El ayuntamiento se aloja desde el año 1935 en la preciosa Casa Mansart. Esta casa, del siglo XVIII, debe su nombre a las “mansardes” o bohardillas que coronan su tejado. Fue edificada por David de Fourré, un rico comerciante de la lana.
En esta plaza se celebra desde muy antiguo el mercado semanal, que en estos momentos se hace de lunes y dura hasta las 6 de la tarde, algo no muy habitual en Francia. Ojo, que en ese día la tarea de encontrar aparcamiento se hace mucho más complicada.
De esta plaza parte un trenecito turístico que es muy útil para recorrer la ciudad y subir la Rue de la Citadelle sin realizar esfuerzo alguno.
A la derecha de la puerta de Navarra, comenzando a subir la calle, se encuentra la oficina de turismo local, en un edificio de tipo moderno pegado a las murallas.
La Place Charles de Gaulle o plaza del mercado está animada por numerosísimos restaurantes y terrazas.
Este sofisticado ambiente continúa hasta la parte denominada Place du Trinquet, un poco más arriba.
La muralla
Desde esta calle se puede observar muy bien la integración de los edificios en la antigua muralla.
Esta muralla fue construida en el siglo XIII en piedra arenisca rosada. La parte más alta fue reconstruida en el siglo XIX añadiendo un camino de ronda, que actualmente es visitable en el tramo que se conserva desde la puerta de Navarra a la puerta de Santiago.
Camino de ronda
La visita al camino de ronda permite conocer parte del itinerario que servía de vigilancia a los soldados apostados en las murallas. Es interesante recorrerlo y de paso observar las fachadas traseras de los edificios que dan a la Rue de la Citadelle. En su reconstrucción del siglo XIX se le dotó de troneras para su utilización por los fusileros.
INFORMACION SOBRE ESTE ARTICULO:
Toda la información que se publica en este blog procede, lógicamente, de distintas fuentes fiables como son documentos históricos o la facilitada por la oficina de turismo. Aunque la historia del mundo ya está escrita y nada nuevo se inventa ni se aporta, cuando escribimos sobre un lugar característico que merece la pena conocer, siempre hay que evitar el método de "copiar y pegar", muy habitual en internet. Para ser honestos, es mejor informarse previamente al viaje sobre lo que vamos a conocer, yendo posteriormente al lugar para recorrerlo y documentarlo, en mi caso cámara en mano. Como es normal, sucesos, fechas y personajes ya están recogidos por la Historia y todo lo que se refiere a ellos no es copia de otras publicaciones, sino que son o fueron hechos reales y ciertos, por lo que al hablar de ellos podemos emplear en muchas ocasiones y de forma casual frases y palabras de otros relatos. Todas las imágenes aquí publicadas son de mi propiedad y queda restringida su utilización sin previo permiso.
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