Honfleur (Normandía - Francia)
Muchos aficionados a los viajes o a la historia han deseado alguna vez llegar a recorrer la región francesa de Normandía. Los visitantes de más edad suelen acudir con ánimo de ver los escenarios del famoso desembarco del Día D y todo lo relativo al que fue escenario inicial de la denominada Batalla de Normandía en la Segunda Guerra Mundial, y para ellos toda región ofrece numerosos recuerdos sobre este tema, aunque en este momento sólo queda su recuerdo en forma de museos y deshechos de material bélico.
Aparte de estos recuerdos de guerra, que cada vez van quedando más lejanos y los lugareños ni siquiera desean hablar sobre ellos, son, por otro lado, muchos los turistas que buscan recorrer las famosas villas que sirvieron de balneario y recreo estival a las clases altas francesas durante el siglo XIX, o bien disfrutar de la hermosa visión de sus acantilados y pueblecitos del interior.
Si finalmente tenemos la fortuna de ir a Normandía, no podemos dejar de visitar la preciosa localidad de Honfleur. La mayoría de viajeros ni la conocen o pasan con prisas, hacen una parada de una o dos horas y se llevan un grato recuerdo de ella, pero con el deseo de volver alguna otra vez con más tiempo.
Aparte de estos recuerdos de guerra, que cada vez van quedando más lejanos y los lugareños ni siquiera desean hablar sobre ellos, son, por otro lado, muchos los turistas que buscan recorrer las famosas villas que sirvieron de balneario y recreo estival a las clases altas francesas durante el siglo XIX, o bien disfrutar de la hermosa visión de sus acantilados y pueblecitos del interior.
Si finalmente tenemos la fortuna de ir a Normandía, no podemos dejar de visitar la preciosa localidad de Honfleur. La mayoría de viajeros ni la conocen o pasan con prisas, hacen una parada de una o dos horas y se llevan un grato recuerdo de ella, pero con el deseo de volver alguna otra vez con más tiempo.
Esta ciudad tiene menos de 7.500 habitantes y su parte más visitada suele ser el viejo puerto, parcialmente rodeado por unas fachadas que a muchos les recordarán a un conocido pueblo noruego.
Deslumbrante con sol, hermosa con lluvia, cualquiera que sea la climatología que nos toque en la visita, no impide para nada disfrutar de Honfleur.
Ciudad natal de Erik Satie, está llena de artistas y galerías, exposiciones, tiendas, terrazas, museos, talleres artesanales, mercados, iglesias, veleros, exquisita gastronomía y, por tener, tiene hasta una noria. Son tantas cosas que ver y disfrutar, que exige una estancia de dos o tres días para conocerla como se merece.
Historia
Según nos cuenta la poca información que se puede encontrar sobre sus orígenes, dicen que la primera cita escrita que existe sobre Honfleur data del año 1207 y está relacionada con Ricardo III, duque de Normandía.
Desde esa época es conocida por su importante tránsito fluvial a Inglaterra, al estar ubicada en la desembocadura del río Sena. Esta situación también le causaría perjuicios en la guerra con los ingleses, ya que fue asaltada y ocupada por ellos en varias ocasiones, entre los años 1357 a 1450, aunque estaba fortificada.
Al comienzo de la guerra de los cien años se mejoraron sus defensas. A pesar de ello, acabaría siendo ocupada por los enemigos ingleses. Las murallas serían desmanteladas a finales del siglo XVII y se aprovecharon como material para construir los almacenes de la sal.
Acabada esta guerra, la ciudad experimenta un magnífico período de crecimiento gracias al comercio marítimo. Desarrolla una importante actividad de pesca de bacalao en Terranova. En esa época se construyeron los mencionados almacenes de la sal, de los que luego hablaremos.
En el siglo XVII, Honfleur era uno de los mayores puertos franceses con tráfico de esclavos, desde el cual había frecuente comunicación con Africa, Azores, Antillas y Canadá.
La Revolución Francesa causó graves perjuicios a Honfleur, de los que se recuperó parcialmente en el siglo XIX, con el mercado de maderas con el continente.
En el siglo XIX la ciudad se llena de pintores, músicos y escritores. La École de Honfleur se formó con pintores como Claude Monet, Gustave Coubert y Johann Jongkind, Turner, Bonnington, Bazille, Vuillard, Dubourg, Huet, Corot, Isabey.
Visita
Aunque es una pequeña ciudad que puede visitarse en dos horas siguiendo la documentación aportada por la oficina de turismo local, lo recomendable es, si se puede, quedarse en ella dos o tres días, deambular sin rumbo por sus calles y conocer los muchísimos atractivos que ofrece.
Lógicamente, la mayoría de visitantes suelen ser viajeros que sólo hacen una breve parada en su recorrido por Normandía, y si tratan de ver el mayor número de cosas en ese tiempo, se marcharán habiendo conocido solamente las tres o cuatro recomendaciones más utilizadas en las guías turísticas.
Como suele ser habitual, no todos los comercios ofrecen la misma calidad en sus licores y tampoco es de esperar mucho nivel en las típicas ofertas baratas de paquetes de tres botellas en cartón con asa listo para llevar, que suelen estar preparados para atraer al turista de paso; el precio de una botella puede variar enormemente dependiendo de su proveedor.
Merece la pena dejarse perder por sus calles y acabar en apartados rincones llenos de belleza.
Es lógico ver tiendas con paraguas a la venta, muy visibles en la misma calle, ya que el clima normando es muy variable y puede cambiar repentinamente pasando de un cielo despejado a uno con lluvia, aunque también es cierto que al rato volverá a salir el sol de nuevo. En ese caso conviene encontrar rápidamente un paraguas. Basta con cogerlo en el expositor, entrar a pagarlo y salir a la calle con él, aunque es posible que en ese momento haya parado de llover.
Vieux Bassin
El Vieux Bassin, o Viejo Muelle, que data del año 1681, ha sido fuente de inspiración de los pintores impresionistas.
En este puerto es donde suelen empezar y acabar las visitas de todos los turistas, ya que es el lugar estrella del pueblo.
El conjunto de casas que protegen el puerto es un espectacular muestrario de diferentes edificaciones de una altura bastante respetable para la época en que comenzaron a levantarse, llenos de colorido que recuerdan a otros que existen en algunos puertos nórdicos, con tejados en pizarra. Estas edificaciones datan de los siglos XVII y XVIII y han sido catalogadas como monumentos históricos en 1933.
Para ampliar el puerto fue necesaria la destrucción de parte de las murallas de la ciudad.
Lieutenance
A la entrada del puerto hay un extraño edificio de piedra, llamado Lieutenance, que fue la residencia del lugarteniente (liutenanu) del rey en el siglo XVII. Hizo las veces de puerta fortificada.
En el Vieux Bassin encontramos un antiguo carrusel, instalado en 1995 frente al ayuntamiento, que funciona de mayo a octubre. En Navidad es trasladado a Angers.
Sentado en la terraza pasaba el tiempo pensando cómo podrían hacer los ciudadanos de edad avanzada que habitan estos edificios para subir a sus viviendas, ya que muchas de ellas son de una altura más que respetable y por su antigüedad carecen de ascensores.
Iglesia de Sainte-Catherine
Los apasionados del arte religioso y de la arquitectura no pueden dejar de llegarse desde el puerto a la muy cercana iglesia de Sainte-Catherine (Santa Catalina). Data del año 1468 y tiene dos características muy especiales. Una de ellas es que su campanario fue posteriormente separado del resto del edificio ya que atraía mucho a las tormentas.
Fue catalogada como monumento histórico en 1879.
Doble nave central y dos naves laterales. Cada nave está cubierta por una base de madera con armazón a la vista que ofrece forma de casco de barco invertido, sostenida por pilares de roble.
La primera nave es la parte más antigua de la iglesia, reemplaza a una iglesia de piedra que fue destruida en dicha guerra. Fue construida después de la Guerra de los Cien Años toda en madera aprovechando la madera de los barcos. En el siglo XVI se añadió otra nave y se hicieron ambas más grandes.
Si se es buen observador es posible apreciar cómo las vigas que sostienen las naves son de diferentes longitudes. La explicación es tan sencilla como que en el momento de su construcción no quedaban tramos de roble de la longitud necesaria. El coro fue acabado en el siglo XIX.
Tuvo un pórtico de estilo neoclásico del siglo XIX que fue sustituido por el actual del siglo XX, de estilo neonormando. El anterior sólo podemos verlo en las pinturas de JongKind o de Boudin. El pórtico meridional es de estilo renacentista. El órgano fue traído de la parroquia de Saint-Vicent de Rouen. Los vitrales que decoran las ventanas del coro son del siglo XIX.
La plaza donde está la iglesia y el campanario es uno de los lugares más bonitos de Honfleur. A su lado destaca el impresionante edificio de un hotel y la tienda de vinos.
Iglesia de Saint Leonard
Iglesia de Saint Leonard
Un par de calles más arriba está la iglesia de Saint Leonard, construida en 1186, que fue destruida en la Guerra de los cien Años y reconstruida en el siglo XVI. Está dedicada a Leonard, santo patrono de los prisioneros. Su portal principal es de un rico gótico de la época. El campanario fue reconstruido en cúpula en 1760.
Galerías de arte, museos y otros edificios interesantes
Como ya había mencionado al principio, Honfleur fue durante el siglo XIX lugar de residencia de muchos artistas. La influencia de pintores como Monet, Coubert, Jongkind, Turner y muchos otros se refleja hoy en día en las numerosas galerías de artes que se distribuyen por las calles de la ciudad.
Como es de esperar, la inmensa mayoría de turismo que visita la ciudad no viene a comprar cuadros ni esculturas, pero ante la gran cantidad de tiendas y galerías existentes, cabe pensar que existe un nivel de ventas bastante elevado, bien a nivel presencial o por envíos de encargos.
El museo Eugène Boudin es el más importante de Honfleur. Dedicado al famoso pintor, fue fundado a finales del siglo XIX por Alexandre Dubourg y el propio Boudin. Contiene pinturas de Boudin, Coubert, Monet, Dubourg y Dufy. En una de las salas se exhiben muebles y trajes típicos normandos.
La casa y museo Satie (Maisons Saties), ubicada en el Boulevard Charles V, está dedicada al compositor, que nació aquí en 1866. Al caminar por las salas, el audioguía se activa automáticamente dependiendo de la sala en que estemos. Se exhiben pinturas con escenografías musicales, son sonido y luz.
La casa y museo Satie (Maisons Saties), ubicada en el Boulevard Charles V, está dedicada al compositor, que nació aquí en 1866. Al caminar por las salas, el audioguía se activa automáticamente dependiendo de la sala en que estemos. Se exhiben pinturas con escenografías musicales, son sonido y luz.
El Musée de la Marine está ubicado en la iglesia más antigua de Honfleur, la de Saint-Etienne, frente al Vieux Bassin. Alberga colección de maquetas y objetos relacionados con el mar procedentes de donaciones. Iglesia en piedra de estilo gótico de los siglos XIV y XV.
Los Greniers à Sel fueron construidos en 1670 con las piedras procedentes de la muralla de la ciudad. Aquí se almacenaba la sal para utilizar en la conservación del bacalao. Fueron tres almacenes que podían guardar hasta 10.000 toneladas de sal pero solo quedan dos edificios que se utilizan para exposiciones, conferencias y conciertos. Solo pueden ser visitados con guía turístico. Si se desea visitarlos, basta con acceder a ellos desde la Rue de la Ville.
Honfleur de noche
La noche llena de vida a sus numerosos restaurantes, en los que se ofrece gastronomía de buen nivel y en los que podemos ver clientes cenando en un ambiente muy relajado y sin ruidos ni gritos, algo por otra parte muy normal en cualquier país europeo.
La noche llena de vida a sus numerosos restaurantes, en los que se ofrece gastronomía de buen nivel y en los que podemos ver clientes cenando en un ambiente muy relajado y sin ruidos ni gritos, algo por otra parte muy normal en cualquier país europeo.
Aparte de las zonas dedicadas a la restauración, las calles quedan en general sumidas en una hermosa tranquilidad que invita a pasearlas sin prisas.
Otras informaciones y curiosidades sobre Honfleur
El Naturoscope es un espacio en la ciudad que recrea el ecosistema de la selva tropical. Tiene diez especies de aves y sesenta de mariposas en un invernadero de 800 m2.
El Jardín des Personnalités es un espacio de 10 hectáreas creado en el año 2004. Está uicado entre el Vieux Bassin y el dique. Hay numerosos callejones de jardines con bustos de personajes famosos relacionados con Honfleur, como Monet, Boudin, Satie, Charles Baudelaire y muchos más.
Honfleur incluso tiene playa, la de Butin, con duchas, baños y estacionamiento gratuito.
Honfleur en la II Guerra Mundial
Como toda esta zona de Francia, Honfleur estaba ocupada por las tropas alemanas desde 1940. Cuando se produjo el desembarco del día D en Normandía, la marina alemana emprendió una misión suicida. Voluntarios embarcaron en lanchas cargadas de 300 kg de explosivos para enviarlos contra las fuerzas aliadas. Solo una de ellas logró alcanzar un objetivo, ya que el resto fueron destruidas en el camino.
No sufrió bombardeos ni daños y fue liberada el 25 de agosto de 1944 por el coronel Jean-Baptiste Tiron, y al día siguiente quedó en manos británicas.
Pintores
Entre 1810-1820 se establecieron Bomington, Turner, Huet,Corot, Isabey. Luego llegó otra generación: Dubourg, JongKind, Monet y Bazille, Al final Vuillard, Valloton, Dufy y Friesz.
Fiestas y mercados
En agosto se celebra un festival de jazz durante tres días. En septiembre el festival de la comedia "Estuario de la risa". En noviembre festival de cine de Rusia.
Relacionados con el mar, en octubre se celebra el Festival del Camarón y en Pentecostés el Día de la Marina.
Todos los miércoles por la mañana en la Place Sainte Catherine Organic Market.
Hay mercado los sábados por la mañana en Place Sainte Catherine y Cours des Fosses. Jueves a domingo por la mañana mercados de pescado. En julio y agosto por las noches de los miércoles hay un mercadillo nocturno.
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