Pic du Midi de Bigorre (Francia)
NOTA: el contenido de esta publicación se basa en la información recogida en diferentes medios sobre la historia de este pico. Las imágenes fueron obtenidas en mi visita antes de la actual situación de pandemia aparecida en 2020. Por ello, cualquier comentario, datos, festividades, actividades, precios e incluso imágenes publicadas, pueden resultar diferentes a la realidad actual.
El Pic du Midi está situado en el departamento de Hautes-Pyrénées y es uno de los lugares más visitados de los Pirineos por diferentes motivos, como son la posibilidad de subir a la cima del teleférico, la cercanía del siempre atractivo Col de Tourmalet y por tratarse de una estación de esquí bastante importante.
Su altura de 2.872 metros es considerable, aunque es superada por el Aneto con sus 3.404 metros.
Existe desde 1882 un observatorio astronómico bastante amplio (unos 10.000 m2). Este complejo está actualmente edificado en seis niveles y ocupa un espacio de unos 40 metros de ancho por 200 de largo. En él se halla el telescopio Bernard Lyot, de 2 metros de diámetro, que es el mayor de Francia.
Muy cerca de este pico se encuentra el Col de Tourmalet (2.115 m), tal vez el más célebre puerto de montaña del Tour de Francia y lugar de culto de los aficionados al ciclismo.
Historia del observatorio
El Pic du Midi no tuvo siempre este nombre, ya que en el siglo XVIII se le conocía como Montaña de Arices y el calificativo de Pic du Midi de Bigorre es de principios del siglo XX.
La primera constancia de haber sido pisado por un humano es del 3 de agosto de 1787. En el año 1789 se documenta la ascensión de Ramond de Carbonnieres a la cima efectuando una nivelación barométrica con objeto de determinar su altitud. De tal ejercicio dejó constancia de las observaciones en la obra "Observations faites dans les Pyrénèes", Paris, 1809.
Este observatorio, el más alto de Europa, tuvo sus comienzos a finales del siglo XIX como un proyecto de carácter privado. Con la llegada del nuevo siglo, aparece un interés en la observación astronómica y este pico es aprovechado para estos fines, llegando a colaborar con la NASA en los proyectos Apolo.
Actualmente tiene varias funciones civiles y militares, como telefonía móvil, telecomunicaciones (una torre de 103 metros) y meteorológicas, botánicas, sismológicas, etc.
En el año 1852 se inauguró un hotel junto al lago Oncet, al pie del Pic du Midi, donde se alojaban montañeros que querían subir a la cima (L’Hotellerie des Laguettes).
Sobre la década de 1870, Charles de Nansouty (militar) y Célestin Vaussenat (ingeniero) crearon cerca de este hotel una estación meteorológica. Después de funcionar durante 8 años, aprovechando las financiaciones recibidas por particulares, comenzaron la construcción de la estación en la cima, que duró desde 1876 a 1882.
Estos trabajos se realizaron en los meses del año en los que el clima les permitía hacerlos, ya que en aquella época los materiales debían ser subidos en mulas y la cima sufría frecuentes tormentas con tantos rayos que se vieron obligados a instalar numerosos pararrayos unidos por un cable que acababa en las aguas del lago Oncet.
Se inauguró en el verano de 1882, pero estos emprendedores estaban llenos de deudas y se vieron forzados a ceder el observatorio al Estado francés. Éste lo privatizó en 1996.
La cúpula Baillaud fue acabada en 1907. En 1953 se instaló el cronógrafo Lyot. En 1949 se tiene una línea subterránea de alta tensión y en 1952 se acaba de instalar el teleférico, lo que acaba con la pesadilla del esfuerzo para subir material y víveres para el personal que vivía en la cima.
El ingeniero Vaussenat murió en 1891 por un infarto en plena cima, lo que certifica las extremas condiciones de vida y los riesgos de salud que conlleva la altura.
En 1933 se construyó una pista de 5,3 km de peaje desde el puerto del Tourmalet hasta el hotel de Laquettes, por la cual se podía transitar en coche. Esta pista era sumamente peligrosa, ya que seguía lo que fueron senderos por donde las mulas subían el material y provisiones al pico. Sus pendientes y estrechez ocasionó numerosos accidentes de vehículos que cayeron al lago.
El observatorio sufrió reformas entre los años 1996 a 1999 para explotarlo turísticamente. Con ello, en el mes de junio de 2000 comenzó la visita turística por medio del teleférico.
En vista de su potencial turístico y la enorme rentabilidad, en el año 2006 se habilita un hotel utilizando las antiguas habitaciones del personal que trabajaba allí.
El Pic du Midi ha dejado de prestar servicio científico para convertirse en atracción turística muy rentable. Esto tiene su lado bueno, que es su supervivencia. De no haberse privatizado, en este momento es indudable que podríamos subir caminando hasta él, pero encontraríamos las ruinas de lo que fue, ya que en el año 1994 el estado francés echó el cierre a las instalaciones.
Hoy en día es propiedad privada y está prohibido su uso, tanto en vehículo como a pie, aunque mucha gente ignora esta prohibición y sube por ella hasta el pico.
Si alguien sigue empeñado en recorrerla, sólo necesita aparcar el coche en el puerto de Tourmalet (2115 m) y a la altura donde se halla la figura del ciclista, se pasa por detrás de la tienda de recuerdos, se franquea la barrera y a subir con bastante comodidad por la pista. En menos de una hora se llega al lago Oncet (2.254 m). Luego se rodea el lago por la derecha y pasando por cabañas en ruinas se cruza el paso de Sencours (2.378 m). Seguimos subiendo hasta el paso de Laquets (2.637 m) donde vemos el antiguo hotel. A partir de aquí se toma un empinado sendero bastante peligroso hasta llegar a las instalaciones, donde solo es posible acceder a la terraza Baillaud.
Si queremos bajar en el teleférico, hay que pagar la entrada de 18 euros, si no volver abajo a pie, que viene a ser lo mismo que hacerlo en teleférico, ya que éste nos deja en La Mongie y tenemos que subir caminando a Tourmalet 4,5 km por carretera bastante empinada.
Visita
Para subir al Pic du Midi se suele tomar el teleférico situado en la estación invernal de La Mongie, situada a una altura de 1.800 metros. Este teleférico suele funcionar todo el año, excepto períodos de mantenimiento. La subida la hace en dos tramos.
Este útil invento se ha convertido en un lucrativo negocio, dado que aparte de su elevado precio, es literalmente arrasado por los visitantes, hasta el punto de ser aconsejable llevar comprados los tickets bastante tiempo antes de ir.
En La Mongie hay sitio suficiente (en teoría) para aparcar el vehículo, salvo en temporada de ski y especialmente de noche.
Al lado del parking se encuentra el edificio donde se venden los billetes.
Si se accede en invierno hay que prever posibles operaciones de retirada de nieve en el aparcamiento de La Mongie.
La visita puede hacerse de varias maneras. Hay la opción que por 38 euros adultos (menores de 12 años 23 euros y bebés gratis) nos permite recorrer todas las instalaciones, terrazas, museo, bar, tienda.
Las salidas son cada 15 minutos, con una interrupción entre las 12:45 a 14:00 horas. La última salida de La Mongie es a las 16:00 horas y del Pic a las 17:00. En invierno los horarios son más reducidos.
Desde aquí parte el primer tramo de subida hasta la estación de ski La Taoulet, situada a 2.341 metros. Fue inaugurada en 1951. Hemos salvado 556 metros de desnivel. El cambio de cabina está muy bien organizado por el personal y no se sufren demoras, aunque algunas personas pierden la compostura y echan prácticamente a correr para adelantarse al resto.
Desde La Toulet arranca el segundo tramo, que ya nos lleva a las instalaciones del observatorio (inaugurado en 1952).
Las cabinas tienen capacidad para 48 personas (era pre covid).
No se aconseja subir a personas embarazadas, bebés menores de 3 años, personas con problemas respiratorios o cardiovasculares. No se admiten mascotas y en teoría está prohibido subir comida.
Los cambios de presión que se sufren en el rápido ascenso pueden hacerlo desaconsejable para muchas personas enfermas, embarazadas o niños pequeños. Hay que tener en cuenta que son 1.100 metros de desnivel que se recorren en unos 15 minutos.
En el ascenso podemos sufrir igualmente un cambio brusco de temperatura y lo que en la estación de La Mongie era un día excelente se convierte arriba en desapacible. Conviene ir provisto de ropa térmica y gafas de sol.
Es recomendable llevar gafas de sol y proyector solar de índice elevado. También ropa de abrigo aunque sea verano, un tipo chaqueta de plumón de poco peso y manejable por si arriba no fuese necesario utilizarla.
Este tramo es el más espectacular. Salva 551 metros y el acercamiento a las edificaciones del observatorio son memorables.
El restaurante ofrece menús, aunque también hay un sencillo bar. Es aconsejable llevarse algo de comida.
En la terraza orientada al sur tiene impresionantes vistas a los Pirineos.
Si no se tiene interés en la visita al museo, o nos resulta tedioso leer detenidamente las explicaciones, podemos realizar la visita en una o dos horas.
El Puente del cielo es una pasarela metálica de 12 metros que está colgada sobre el vacío y ofrece emociones fuertes a las personas que no tengan miedo.
Tenemos 750 metros de terrazas panorámicas con vistas de 300 km de cumbres pirenaicas.
En las terrazas hay paneles informativos sobre los edificios y como es lógico sobre el paisaje que tenemos a la vista con los nombres de las cumbres.
La cúpula Baillaud, de 1908, tiene planetarium y proyección sobre su historia.
Subir a pie
Existe la posibilidad, como he dicho antes, de subir a pie a la cima. Ello es posible si se disfruta de buena preparación física y con el equipamiento adecuado. Sin embargo, existen bastantes quejas por parte de las personas que escogen esta opción, ya que al llegar a la cima se encuentran con limitaciones para acceder a las instalaciones del observatorio. Sólo tienen acceso a la terraza Baillaud en la que no existen cuartos de baño ni agua, ni la opción de protegerse de las inclemencias que puedan surgir. En este caso, abriendo la cartera y abonando 18 euros (13 los niños) se les abre una puerta para facilitarles la entrada, aunque cabe la posibilidad de que en este momento no haya nadie para abrir este acceso. Luego ya pueden, si lo desean, tomar el teleférico para descender a La Mongie.
Les Soirées Étoilées
La Soirée Étoilée es una opción que incluye la subida en el teleférico, recorrido por el museo e instalaciones, ver la puesta de sol desde las terrazas, utilización de varios instrumentos como telescopio y primáticos para observar el cielo nocturno, con sus estrtellas y planetas, proyección de diapositivas y coloquios con los astrónomos. Se regresa a La Mongie a las 23:30 horas. El precio es de 99 euros (niños 48 euros).
Nuits au Sommet
Incluye subida con el teleférico, visita a las terrazas y museo, asistir a la puesta de sol tomando un aperitivo, cena con productos locales, Paseo nocturno guiado por un experto para ver las estrellas, con visita a la cúpula Charvin, equipada con un telescopio 400 mm Schmidt-Cassegrain. Habitación para dormir, salida del sol, desayuno y vuelta a La Mongie.
Conviene saber que esta opción es bastante cara, existen solamente 12 habitaciones dobles y 3 individuales y el baño es compartido y no son aptas para minusválidos. Son pequeñas y solo se accede a ellas por escaleras. En ambos casos, conviene llevar ropa de abrigo, guantes, gorro, zapatos bufanda, prismáticos y trípode. Sólo por la web.
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